
Fueron tutelados por las comunidades autónomas por estar viviendo graves situaciones de maltrato, abando o abuso, y al cumplir los 18 años deben ser necesariamente autónomos, puesto que con la mayoría de edad finaliza de la protección de la administración.
Interesante entrevista publicada en La Vanguardia, el 29 de noviembre de 2016 a Carme Montserrat, experta en protección a la infancia: